El flujo de mensajes:
Gracias a mi estilo de dirección se dan muchos flujos de comunicación vertical, tanto ascendentes como descendentes. Me gusta hablar con los empleados, decirles mis ideas y propuestas, pero también me gusta escucharlos, saber qué sienten, qué visiones tienen, porque considero que de esta manera ellos se van a sentir más vinculados a la organización.
Además que creo que mi estilo directivo promueve la comunicación interna de la empresa ya que generó intercambios comunicativos bidireccionales con los empleados, utilizando métodos como “impulsar el “feedback” de los colaboradores” (Preciado, 2007, p. 100).
Creo que esta forma de flujos de comunicación ha traído muchos éxitos en mi empresa. Un caso excepcional que lo demuestra es el de mi secretaria Nadège, que gracias a que la tomo en cuenta, se ha vuelto una persona más participativa, abierta y colaboradora. Además, casos como el del aérea de diseño de la empresa que, desde que asumí mi cargo, han estado libres de proponerme nuevas ideas para la fabricación de los paraguas, han aumentado el nivel de calidad de la empresa en cuanto a innovación y se han sentido más vinculados a la organización al sentir que sus ideas son escuchadas.